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Ya huele a primavera. Momento de contemplar los nuevos colores que empiezan a aparecer; escuchar  cómo todo a tu alrededor empieza a brotar, a crecer, a expandirse. Dicen que la primavera, la sangre altera y yo creo que es verdad. Venimos de saborear un inverno de recogimiento y ahora empieza a apetecer empezar a salir y relacionarnos más y mejor con nosotros mismos y con los demás. La naturaleza nos regala su belleza y siento que lo mínimo que podemos hacer por nosotros mismos y por ella es tener nuestros sentidos bien limpitos para poder apreciarla y disfrutarla con excelencia. Ella se merece que cuidemos nuestros sentidos tanto como ella cuida de nosotros incondicionalmente.

Y ahora viene cuando me dices que cada día, y sobretodo las que vivimos en la gran ciudad, estamos expuestas a una fuerte polución atmosférica y acústica, humo, polvo, grasa y demás contaminantes que abundan en el ambiente y ensucian nuestros sentidos. Eso es cierto, sí. Es muy fácil quejarse de ello e ir acumulando victimismo pero también es verdad que hay otras maneras de reaccionar delante de un mismo hecho.

¿Qué tal si nos responsabilizamos al máximo de lo que sí depende de nosotras y limpiamos nuestros sentidos con consciencia?

Creo que a estas alturas todas tenemos el hábito de lavarnos la cara cada mañana ¿verdad?. Es algo habitual que nos han enseñado de pequeñas y que seguimos haciendo día tras día ¿sí?. Pero ¿qué pasa con nuestros ojos, nariz, oídos y garganta? ¿A ti te han  contado de pequeña cómo mantenerlos perfectamente limpios? Creo que no, y a mí tampoco me lo enseñaron como uno de los hábitos matutinos. Pero nunca es tarde si la dicha es buena.  Yo diría que aprender a cuidar y limpiar diariamente nuestros sentidos con todo lo que pulula por el ambiente, tiene mucho sentido ¿Estás de acuerdo? Te propongo lo siguiente: para los ojos puedes utilizar unas mini bañeritas que venden en las farmacias y agua hervida a temperatura corporal disolviendo en ella un poco de sal marina. Los conductos nasales y garganta puedes limpiarlos con una “lota” de agua, sal marina y cloruro de magnesio. Para los orificios auditivos puedes usar bastoncillos de algodón humedecidos con un poquito de agua oxigenada. Y como broche de oro, para la higiene bucal puedes hacer gárgaras con agua y limón. Espero que te sirvan estos sencillos consejos y que añadas a tus hábitos saludables esta maravillosa limpieza con sentido. Pruébalo y ya me contarás como te sienta.

Silvia Pallerola MoreraInspirado en el libro de Toni Munné. “El amanecer del cuerpo”.

Hola! Me llamo Silvia Pallerola Morera 13 años de ejecutiva agresiva y gracias a un accidente llevo ya 20 como coach personal y terapeuta. Me encantaría ayudarte a optimizar tu vida. Mi método integra pnl,  alimentación, bioelectrografía (gdv-biowell), microgimnasia, fengshui y ocio terapéutico.  Ptnet y abrazo de corazón.