Comer significa mucho más que nutrir al cuerpo. Comer también es nutrir a las emociones. Existen distintos tipos de hambre y necesitamos reconocerlas y aprender a lidiar con ellas.

Hambre física 

El hambre física se refiere a las señales que el cuerpo envía al cerebro cuando necesita comer para sobrevivir, para obtener los nutrientes para las funciones vitales. La duda es: ¿Cómo saber si tengo hambre física?

Hambre Física / fisiológica

Ésta surge en diferentes formas, como por ejemplo, con un pequeño dolor en el estómago, náuseas, dolor de cabeza, irritabilidad, etc. De pronto sabes instintivamente que necesitas comer algo o tu cuerpo va a “parar” o te convertirás en una “fiera”. 

Hambre emocional 

El hambre emocional no tiene relación con las necesidades fisiológicas, sino con el estado mental. El hambre emocional está subdividido en Ganas de comer, Hambre Social y el Hambre emocional.

Las ganas de comer 

Las ganas de comer surgen si no tienes hambre. Un ejemplo: Estás mirando la tele y de repente ves un pastel de chocolate en un programa cualquiera. Inmediatamente te acuerdas del pastelito de chocolate de tu infancia, el que hacía tu abuela especialmente para tí. Puede ser que justo hayas acabado de comer y estés saciado, pero siempre hay un hueco para un pastelito. ¡Hay una gana! Y si no puedes comer en ese momento es posible quedarse pensando en el pastelito todo el día. Esa gana es algo muy específico, o sea, sabes exactamente lo que quieres y en estos casos mi consejo es: ¡¡Satisfácete!! Porque la gana no reconocida se puede volver una compulsión.

Ganas de comer todo el tiempo

¿Te suena lo de tratar de tener “fuerza de voluntad” para resistir algo?

Este deseo probablemente solo se acumulará y regresará con más fuerza más adelante. Intenta resolver su voluntad, con gusto, con moderación y sin culpa.

Hambre Social 

El hambre social es solo recordar lo que sentimos cuando estamos en fiestas, celebraciones o en reuniones con amigos y familiares. Es esa sensación de compartir la comida, de charlar mientras se comen y beben cosas ricas.

Que hacer después de un atracón

Quizá no tengas hambre, pero seguro que terminarás comiendo algo, porque es instintivo. El ser humano siempre ha celebrado en torno a la comida. Una cosa importante que decir es que, en estos momentos, es normal exagerar. No te culpes: la exageración en estos casos es comprensible.

Pero cuanto más consciente seas de las necesidades de tu cuerpo, menos posibilidades tendrás de excederte. Recuerda vivir estos momentos siendo más consciente y menos distraído, siendo consciente de que estos momentos son ocasionales y que, a lo largo de la semana, tu relación con la comida debe retomar su curso normal.

Hambre emocional

El hambre emocional aparece en los momentos en que pensamos que necesitamos recompensarnos con comida por algo que ha sacudido nuestro estado emocional. Ejemplos: un día muy agotador en el trabajo, tráfico excesivo, pelea con alguien querido, estrés con los hijos, desánimo en alguna etapa de la vida, tristeza, vacío, etc.

Ahí es donde entra la clásica frase de: “Me lo merezco”. Crees que realmente necesitas comer algo muy sabroso para tratar de solucionar esa angustia interna.

El problema es que el cerebro es inteligente y sabe que la recompensa es mayor con la combinación de azúcar y grasa.

Por eso, lo primero en lo que piensas es en alimentos ricos en esta combinación: chocolate, bizcocho, pizza, productos ultra procesados… ¿acaso has pensado alguna vez en premiarte con lechuga?

Triste y Ganas de comer dulce

El hambre emocional es problemático porque hace que las personas tengan una relación equivocada con la comida. Comes por motivos distintos al hambre o a las ganas. Comes porque estás triste o cansado o ansioso o… con sed… Lo ideal sería asociar otro tipo de ayudas para encontrar la raíz de este problema.

La tristeza, la irritación, la ansiedad o la angustia no desaparecerán si te comes una barra de chocolate entera. Incluso puede traerte una euforia momentánea, pero ¿no sería más adecuado identificar y trabajar con los sentimientos ocultos?

¿Y si dejas el chocolate para un momento feliz y tranquilo?  

¡¡Piensa en ello!!


Karina Hociko

Nutricionista Funcional

Especialista em Saúde da mulher e cirurgia bariátrica

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